Aprendizaje Cooperativo, La Técnica del Puzzle

Durante las ultimas clases hemos estado trabajando con una técnica de enseñanza/aprendizaje alternativa a la metodología tradicional, se trata de la llamada técnica puzzle. 

Se trata de una técnica de aprendizaje cooperativo, una herramienta  muy interesante para confrontar diversos puntos de  vista, para aplicar una metodología dinámica y funcional y aumentar las competencias del alumnado.

En este caso nosotros hemos sido los receptores de este método de aprendizaje, con lo que hemos podido observar ambos puntos de vista, tanto el del docente como el del alumnado.

En el proceso formamos 5 grupos de 4 estudiantes. En este caso fuimos nosotros los que decidimos el tema a trabajar (las energías renovables) y en qué especialidades se dividiría (aire, agua, tierra, sol), esto normalmente sería parte de la labor del docente pero en el resto del proceso trabajamos en calidad de alumnado.

Siguiendo el proceso nos reunimos en grupos de expertos, preparamos la documentación necesaria y la prueba de nivel correspondiente. Posteriormente nos reagrupamos con nuestro grupo inicial para primero compartir cada uno la información que poseíamos, y después preparar una presentación y compartir el tema que nos fue adjudicado con el resto de la clase. Por último realizamos una prueba de nivel sobre los temas de los cuales no habíamos formado parte del comité de expertos.

Fue una experiencia muy interesante por la oportunidad de experimentar de forma práctica una metodología diferente de enseñanza/aprendizaje. Personalmente me resultó una técnica muy útil, más dinámica y que promueve más implicación por parte del alumnado, que los saca de la apatía y la rutina de las lecciones magistrales.

Incluso nosotros, realizando una versión muy fugaz y superficial de lo que sería una verdadera experiencia por parte de alumnos estudiando un tema, aprendimos bastante sobre las energías renovables (obviamente en nuestro caso teníamos un tiempo muy limitado y nuestro verdadero objetivo no era ese, sino la valoración de la técnica en sí).

Creo que sería una metodología perfectamente aplicable a la parte teórica de la gran mayoría de temas relacionados con la tecnología en la educación secundaria. Por supuesto sin abusar de ella y combinándola con otras, ya que la variedad es necesaria según mi opinión para motivar e inspirar a los alumnos y no caer en la rutina y la alienación.